
Por: Erasmo Zuleta Bechara
Tras casi cuatro años de vigencia de la Ley 2112 de 2021, de mi autoría, debo decir que me siento profundamente sorprendido por los resultados logrados hasta el día de hoy. Esta idea, que surgió en medio de la grave situación económica que vivía el país a causa de la pandemia del COVID-19, busca incentivar el emprendimiento y el escalamiento del tejido empresarial colombiano, a través del fortalecimiento de los Fondos de Capital Privado (FCP) que invierten en lo nuestro, en empresas nacionales, y generan empleo y bienestar en nuestro país.
Bien lo decía el expresidente Reagan: “La mejor política social es un empleo”. Y así lo entendieron en su momento los colegas que me acompañaron con esta iniciativa. Los recursos producto del ahorro de nuestras pensiones obligatorias, que invierten en empresas nacionales las Administradoras de Fondos de Pensiones (AFP) a través de los FCP, pasaron de COP $4,4 billones en abril de 2021 a COP $9,4 billones en marzo de 2025. Entiéndase bien: gracias a esta ley, en el término de cuatro años se han invertido más de COP $5 billones en empresas colombianas a lo largo y ancho del territorio nacional. Pocas leyes tienen este impacto económico.
Las AFP solían invertir muy poco de nuestros ahorros pensionales en activos que no fueran de los mismos grupos económicos a los cuales pertenecen, en títulos de deuda pública (TES) o en activos en el extranjero. Muchas veces resulta contradictorio que, mientras entidades como ProColombia o nuestro cuerpo diplomático en el exterior buscan inversionistas foráneos para que inviertan en nuestro país, los recursos de nuestros ahorros pensionales prefieran financiar iniciativas en el extranjero.
Esta realidad ya empezó a cambiar. La Ley 2112 les ordenó a las AFP invertir una proporción de nuestros ahorros en FCP, que hoy en día lo hacen en empresas que tienen presencia en 28 de los 32 departamentos del país y son responsables de más de 460 mil empleos. Además, estas empresas pertenecen a todos los sectores económicos y son de todos los tamaños: micro, pequeñas, medianas y grandes. Y lo que es mejor: debido a la diligencia con que tanto los fondos de pensiones como los fondos de capital han escogido a las empresas en donde invertir, la rentabilidad de estas inversiones ha sido muy positiva, lo que garantiza que nuestros ahorros pensionales no estén en riesgo.
Los resultados obtenidos gracias a la Ley 2112 demuestran que sí se vale creer en lo nuestro, invertir en lo nuestro de manera responsable y pensando en generar riqueza y bienestar. Con el esfuerzo y participación de todos los actores —Congreso, rama ejecutiva, AFP, FCP y, lo más importante, nuestra mano de obra nacional— podemos salir adelante y generar progreso.
Los datos de crecimiento económico del país durante el primer trimestre de 2025, del 2,7 %, mostraron que la participación de la inversión dentro del Producto Interno Bruto (PIB) fue de tan solo el 17,6 %, cuando el histórico desde 2005 ha sido del 21,6 %. Si queremos crecer, necesitamos inversión, y eso es justamente lo que busca la Ley 2112: incrementar la inversión, el empleo y la esperanza en Colombia.
*Gobernador del departamento de Córdoba y presidente de la Federación Nacional de Departamentos
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