En medio de la creciente ola de violencia que afecta al país, fue asesinado Karim Sefair Calderón, coordinador seccional de fiscalías en el departamento de Cundinamarca. El crimen ocurrió en un centro comercial del municipio de Fusagasugá, cuando hombres armados lo atacaron a plena luz del día.
El funcionario fue impactado en repetidas ocasiones con arma de fuego y, aunque fue trasladado con urgencia a un centro asistencial, llegó sin signos vitales, según informaron fuentes médicas.
Las primeras versiones apuntan a un posible caso de fleteo, sin embargo, debido a la alta sensibilidad del cargo que ocupaba Sefair Calderón, no se descarta ninguna hipótesis, incluyendo la posibilidad de que el ataque tuviera relación directa con su trabajo al frente de delicadas investigaciones judiciales en la región.
La Fiscalía General de la Nación anunció que inició de inmediato las labores investigativas para esclarecer los hechos.
Este homicidio se suma a una preocupante serie de atentados y asesinatos recientes contra funcionarios públicos, miembros de la fuerza pública y civiles, en distintas regiones del país. La gravedad del caso ha encendido las alarmas sobre los riesgos que enfrentan los operadores de justicia en Colombia.
Hasta el momento, no se ha emitido un pronunciamiento oficial por parte del Gobierno Nacional, pero se espera que en las próximas horas se dé a conocer un comunicado sobre las medidas que se adoptarán frente a este hecho que conmociona al sector judicial y a la ciudadanía en general.
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