En una jornada judicial que mantuvo en vilo a Colombia, la jueza Sandra Heredia dio inicio a la audiencia de lectura del fallo en el juicio penal contra el expresidente Álvaro Uribe Vélez, acusado de soborno a testigos, fraude procesal y soborno en actuación penal. Antes de revelar el veredicto, Heredia ofreció un discurso que marcó un precedente sobre la independencia y el carácter de la justicia colombiana.
“El derecho no puede temblar frente al ruido. Y la justicia no se arrodilla ante el poder”, afirmó la jueza, subrayando que el proceso no responde a intereses políticos ni personales, sino al deber ético de resolver conforme a la ley y la conciencia.
Heredia insistió en que el juicio no representa una revancha ni una conspiración, sino un acto de justicia. En su intervención, destacó que la administración judicial no está al servicio de la política, la prensa ni la historia, sino del pueblo colombiano, que exige una justicia imparcial y firme frente a las presiones externas.
La jueza también hizo énfasis en el papel de las mujeres en la judicatura, señalando que “la toga no tiene género, pero sí carácter”, y que las mujeres administran justicia con el mismo rigor —o incluso más— que cualquier otro funcionario judicial.
“Hoy este estrado no decide sobre un nombre. Decide sobre unos hechos”, sentenció Heredia, dejando claro que el fallo no se basaría en simpatías ni cálculos electorales.
Finalmente, la jueza llamó a la sensatez y al respeto, recordando que el fallo no sería una victoria para nadie ni una derrota para otro, sino una respuesta del Estado a una controversia procesal que ha seguido un largo y riguroso camino probatorio.
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