
Aunque las cifras oficiales señalan una disminución en los homicidios en la capital cordobesa, la percepción ciudadana cuenta otra historia. La reciente ola de crímenes de alto impacto ha sembrado inquietud en la comunidad, que observa con preocupación cómo la violencia sigue cobrando vidas en distintos sectores de la ciudad.
Uno de los casos que más ha estremecido a Montería fue el asesinato de un joven en pleno centro, nieto de uno de los fundadores de la reconocida empresa transportadora Sotracor. Este hecho, ocurrido en una zona de alta afluencia, encendió las alarmas sobre la seguridad urbana.

El episodio más reciente se registró en el exclusivo barrio Versalles, al norte de la ciudad, donde fue asesinado Leonardo Antonio Navas Jaramillo, conocido popularmente como El Menor o Leito. Según versiones preliminares, la víctima se desplazaba por una calle del sector cuando fue interceptada por sujetos armados que le dispararon en repetidas ocasiones.
Este nuevo crimen se suma a una serie de hechos violentos que, aunque estadísticamente puedan parecer aislados, generan una sensación de vulnerabilidad entre los monterianos. Las autoridades insisten en que los homicidios han disminuido, pero los casos recientes reflejan que la violencia aún tiene terreno fértil.
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