
Durante una escala en Madrid, empresas se negaron a surtir el avión de Petro tras su inclusión en la Lista OFAC.
Durante una escala técnica en el aeropuerto de Madrid, este miércoles 29 de octubre, varias compañías proveedoras de combustible se negaron a abastecer el avión presidencial que lo transportaba hacia Medio Oriente en el marco de una visita oficial.
El hecho fue revelado por Julio Sánchez Cristo, director de La W Radio, quien explicó que la negativa provino de empresas privadas —en su mayoría de capital estadounidense— que operan bajo la legislación de Estados Unidos.
Según el comunicador, el rechazo estaría relacionado con la reciente inclusión del mandatario y algunos miembros de su familia en la Lista OFAC, elaborada por la Oficina de Control de Bienes Extranjeros del Departamento del Tesoro estadounidense.
“Varias de las compañías que dan servicio en Madrid son norteamericanas, y por ley no pueden establecer vínculos comerciales con personas o entidades incluidas en esa lista”, indicó Sánchez Cristo en su programa radial.
Ante la situación, la aeronave presidencial fue trasladada a una base militar española, donde el Gobierno de España intervino para autorizar el suministro de combustible y permitir que el vuelo continuara hacia su destino. El itinerario del jefe de Estado prosiguió sin contratiempos, pero el episodio dejó expuestas las implicaciones diplomáticas y logísticas de la designación internacional.
De acuerdo con expertos consultados por el mismo medio, la negativa no obedeció a un acto político deliberado, sino al cumplimiento estricto de protocolos corporativos que prohíben a las compañías estadounidenses mantener cualquier relación comercial con personas sancionadas por la OFAC. Las empresas que incumplan estas disposiciones pueden enfrentar multas de hasta 250.000 dólares, incluso si el contacto comercial es indirecto.
Estas sanciones implican congelamiento de activos, restricciones financieras y prohibición total de transacciones internacionales, lo que habría obligado a las empresas a abstenerse de atender al avión presidencial, pese a que la aeronave pertenece a la Fuerza Aérea Colombiana y no de forma personal al mandatario.
Hasta el momento, la Cancillería colombiana no ha emitido un pronunciamiento oficial sobre lo ocurrido. La Casa de Nariño tampoco ha ofrecido declaraciones, mientras el presidente Petro continúa su agenda diplomática en Medio Oriente.
El incidente, sin embargo, ha generado preocupación en círculos diplomáticos y políticos por las posibles repercusiones internacionales que podría tener la inclusión del jefe de Estado colombiano en listas de sanciones financieras.
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