En las últimas horas se conoció que Verónica Alcocer se encuentra en Estocolmo, Suecia, viviendo una lujosa vida y al parecer no puede justificar como se está permitiendo ese estilo de vida.
Verónica Alcocer volvió al centro del debate público tras la publicación de un informe del medio sueco Expressen, que asegura que lleva varias semanas viviendo en Estocolmo rodeada de empresarios adinerados, clubes privados y un estilo de vida “marcado por el lujo”. Su llegada a Suecia se dio luego de que fuera incluido en la lista Clinton junto a demás personalidades.
De acuerdo con el reportaje, Alcocer se habría hospedado inicialmente en el Hotel Strand, uno de los alojamientos más exclusivos de la capital sueca, para luego trasladarse a un apartamento en el centro de la ciudad.
El medio señala que la primera dama ha asistido a reuniones sociales con figuras reconocidas de la élite sueca, entre ellos empresarios vinculados a marcas de champaña, cosméticos y relojería.
La información desató críticas en Colombia, especialmente por la falta de claridad sobre los costos de la estadía y los posibles recursos utilizados. Algunos sectores sostienen que, aunque la primera dama no recibe salario, sí cuenta con un equipo de trabajo financiado por el Estado, lo que abre preguntas sobre la pertinencia del gasto en un contexto en el que ella no se encuentra en territorio nacional.
Desde el Gobierno, el presidente Gustavo Petro defendió a su esposa y calificó las denuncias como ataques con motivación política. “Verónica no gasta un peso del erario”, afirmó recientemente, asegurando que detrás de las acusaciones hay un intento por “destruir” a su familia.
Aunque por ahora no se conocen investigaciones formales, la presencia de Alcocer en Estocolmo y su cercanía con círculos de poder europeos seguirá bajo el ojo público, especialmente por la sensibilidad política del momento.
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