
El presidente Gustavo Petro y el gerente del Banco de la República, Leonardo Villar, protagonizaron un fuerte cruce de posiciones tras la discusión sobre el incremento del salario mínimo para 2026. Todo surgió luego de que Villar advirtiera que un aumento cercano al 11% podría impulsar la inflación, lo que encendió la respuesta directa del jefe de Estado.
Petro rechazó la postura del banco central y defendió que la inflación no debe controlarse frenando los ingresos laborales. Según él, el camino para reducir el costo de vida pasa por “acabar con la especulación en el gas” y disminuir la tasa de interés real, señalando que mantenerla alta favorece a sectores financieros que obtienen ganancias sin producir.
El presidente también cuestionó la política monetaria del emisor, afirmando que ha beneficiado a inversionistas de deuda pública a costa del aparato productivo del país. “No debieron crear un subsidio al rentismo… enriquecer a unos pocos con papeles y especulación”, dijo, insistiendo en que no permitirá que los trabajadores sean quienes paguen el ajuste económico. Con tono firme, lanzó: “¡Mamola! Para eso no me eligieron a mí”.
Villar, por su parte, sostiene que la economía muestra señales de exceso de demanda y que incrementar el salario en los niveles planteados podría hacer más difícil reducir la inflación, uno de los principales retos macroeconómicos del próximo año.
El debate abre un nuevo capítulo en la relación entre el Gobierno y el Banco de la República, en momentos en que el país se acerca a la negociación formal del salario mínimo y se define el rumbo económico del 2026.
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