
El país amaneció conmocionado por una tragedia vial ocurrida en la vía Cali–Buenaventura, que cobró la vida de una pareja y dejó marcada para siempre la historia de sus dos hijos.
La víctima fatal fue un matrimonio que viajaba junto a sus dos pequeños. El mayor, Diego Fernando, se salvó de milagro tras descender del vehículo por unos segundos debido a una necesidad urgente. Ese instante lo separó de la muerte, mientras dentro del automóvil quedaron sus padres y su hermano menor.
Instantes antes del choque, el niño más pequeño había grabado un video entre risas, sin imaginar que aquellas carcajadas serían el último recuerdo de una familia unida. Minutos después, un tractocamión embistió el vehículo, desatando el caos.
En medio del horror, Diego, ileso físicamente pero devastado emocionalmente, clamaba desesperado a los rescatistas: “Por favor saquen a mis papás… papi y mami los amo”. Su hermano menor fue rescatado con vida, pero poco después se confirmó la noticia más dolorosa: sus padres habían fallecido en el lugar.
La tragedia enluta a una familia y sacude a todo el país en plena época navideña, recordando la fragilidad de la vida y la urgencia de extremar las medidas de seguridad en las carreteras. Diciembre, el mes de la unión y los abrazos, se convirtió para estos niños en el inicio de un camino marcado por la ausencia de mamá y papá.
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