
Este fin de año, en el barrio El Oriente. Muchos niños de estos sectores de pocos recursos pudieron vivir una Navidad llena de juegos, abrazos y sonrisas gracias a una recolección comunitaria de regalos.
La iniciativa contó con el respaldo de ChicaPan, quien desde hace años llega a estas calles llevando pan, cariño y compañía a las familias del barrio.
Los juguetes no llegaron solos. También hubo perro caliente para todos, gracias al apoyo de Donde Carlos, quien se sumó a esta causa con total disposición. Porque cuando las ganas de ayudar son grandes, siempre hay manos que se unen.
La idea era simple: Compartir lo que tenemos con quienes quizás no cuentan con tantos recursos, pero sí con un corazón enorme.
Entre juegos, regalos y perros calientes, quedó claro que la Navidad no se trata solo de recibir, sino de unirnos para regalar alegría.Gracias a todos los que colocaron su granito de arena para que estos niños tuvieran una Navidad distinta.
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