
Habitantes de la zona relataron que permanecieron resguardados en sus casas mientras se desarrollaban los combates, que incluyeron el uso de drones cargados con explosivos.
Decenas de familias del corregimiento de Filo el Gringo, en jurisdicción de El Tarra, Norte de Santander, se vieron obligadas a abandonar sus viviendas tras intensos enfrentamientos entre disidencias de las Farc y el ELN, registrados en la noche del 30 de diciembre.
Habitantes de la zona relataron que permanecieron resguardados en sus casas mientras se desarrollaban los combates, que incluyeron el uso de drones cargados con explosivos. Al amanecer del 31 de diciembre, el corregimiento permanecía prácticamente deshabitado ante el temor de nuevos ataques.
Fuentes locales indicaron que varias viviendas resultaron destruidas y que en algunas calles permanecen cuerpos sin vida que no han podido ser recogidos por razones de seguridad. El Comité Departamental de Paz informó que se encuentra haciendo seguimiento permanente a la situación.
La Oficina de Derechos Humanos de la ONU en Colombia expresó su profunda preocupación por la escalada de violencia en los municipios de Tibú y El Tarra, alertando sobre desplazamientos masivos, confinamientos y ataques con drones que ponen en grave riesgo a la población civil.
Según los reportes preliminares, al menos cinco personas resultaron heridas, entre ellas dos menores de edad. Las comunidades y autoridades locales hicieron un llamado urgente al Estado para que refuerce la presencia institucional y garantice medidas de protección para los habitantes del Catatumbo.
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