Un profundo dolor embarga a la comunidad samaria tras conocerse el brutal asesinato de Camilo Andrés Barros, un joven de 23 años oriundo de Santa Marta, quien fue atacado con machete por un grupo de desconocidos en el municipio de Madrid, Cundinamarca, presuntamente por vestir la camiseta del Unión Magdalena.
Camilo había llegado recientemente a esa zona del país en busca de mejores oportunidades laborales. El hecho ocurrió en la mañana de este lunes, cuando el joven salió de su casa para comprar el desayuno, luciendo con orgullo los colores de su equipo.
A pocas cuadras de su vivienda, fue interceptado por un grupo de individuos que comenzaron a burlarse de él por portar la camiseta de un equipo de segunda división. La provocación verbal escaló hasta convertirse en una agresión mortal.
Testigos relataron que los atacantes, presuntos barristas de otro club, no le dieron oportunidad de defenderse. Lo golpearon violentamente y luego le propinaron varios machetazos que le causaron la muerte, a pesar de los esfuerzos por salvarle la vida.
El crimen ha generado una ola de indignación en Santa Marta y otras regiones del país, al ser otro caso de intolerancia y violencia motivada por fanatismo futbolero. “Nos quitaron a nuestro hijo por nada… solo por llevar una camiseta”, expresó entre lágrimas la madre de Camilo.
Camilo provenía de una familia cristiana, donde fue criado con valores de respeto, humildad y amor al prójimo. Según personas cercanas, era un joven trabajador, tranquilo y sin conflictos con nadie. Su única “falta” fue mostrar con orgullo el escudo del equipo de su tierra.
Las autoridades ya iniciaron la investigación para esclarecer los hechos y dar con los responsables.
Mientras tanto, familiares, amigos y ciudadanos de todo el país se han unido en redes sociales con mensajes de rechazo, duelo y solidaridad. El asesinato de Camilo Andrés Barros se suma a la preocupante lista de víctimas del fanatismo deportivo.
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