
Una investigación de Associated Press reveló que Diego Marín, conocido como “Papá Pitufo”, mantuvo una relación de complicidad con José Irizarry, un agente especial de la DEA reconocido por su trabajo contra el lavado de dinero.
Durante casi diez años, ambos construyeron una alianza que violó las leyes estadounidenses y comprometió la reputación de la DEA, la agencia antidrogas más importante del mundo. Lo que empezó como una colaboración entre un informante y un agente se convirtió en un vínculo criminal que operaba entre Colombia, España y Estados Unidos.
Irizarry admitió que Marín era su fuente más confiable y que él se convirtió en su protector. La relación se fortaleció con fiestas, cenas privadas, regalos costosos y viajes financiados con dinero del narcotráfico.
Actualmente, Diego Marín está detenido en Portugal y espera una posible extradición. Irizarry fue condenado en 2020 por lavado de dinero, fraude bancario y corrupción.
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