
Momentos de angustia se vivieron en el estadio 10 de Mayo, durante el segundo juego de la gran final de sóftbol, cuando el árbitro de segunda base, Jalier Llorente, se desplomó repentinamente en el terreno de juego.
El incidente ocurrió en medio del encuentro decisivo, generando gran preocupación entre los asistentes. Gracias a la rápida reacción de los peloteros y el personal presente, el árbitro fue estabilizado y logró recobrar la conciencia a los pocos minutos.
Llorente fue trasladado de inmediato a la E.S.E. CAMU de urgencias del municipio para recibir atención médica. Según versiones preliminares, las altas temperaturas registradas en la zona podrían haber sido un factor determinante en el desmayo.
Pese al susto, el compromiso deportivo fue suspendido temporalmente, a la espera del parte médico oficial del juez afectado.
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