
Medios internacionales han comenzado a trazar vínculos entre tres eventos ocurridos con pocos días de diferencia y que podrían estar conectados, según señalan diversas fuentes. Los hechos involucran el asesinato del empresario pesquero ecuatoriano José Francisco Fernández Zapata, la estadía no oficial del presidente Gustavo Petro en una lujosa residencia en Manta, Ecuador, y el atentado a bala contra el senador colombiano Miguel Uribe Turbay, fuerte crítico del actual gobierno.
El 2 de junio de 2025, Fernández Zapata fue asesinado dentro de un cementerio privado en Manta mientras visitaba la tumba de su padre. Testigos relataron haber escuchado entre 12 y 15 disparos; el ataque fue ejecutado con precisión, con múltiples impactos dirigidos a la cabeza.
Cinco días más tarde, el 7 de junio, Uribe Turbay fue víctima de un atentado armado en el occidente de Bogotá. Ambos hechos ocurrieron poco tiempo después de que, entre el 24 y el 26 de mayo, el presidente Petro se hospedara discretamente en una propiedad en Marina Blue, un exclusivo sector de Manta. Así lo confirmó el ministro del Interior de Ecuador, quien indicó que el mandatario colombiano no salió del lugar y no hubo cobertura oficial ni prensa presente.
Una publicación del arquitecto Diego Zamora en redes sociales mostró el diseño de una vivienda titulada “Residencia Fernández Zapata”, ubicada precisamente en la zona donde Petro habría permanecido. La coincidencia de fechas y localización ha alimentado sospechas sobre una posible relación entre el empresario asesinado y la residencia presidencial.
Hasta el momento, no se ha aclarado quién organizó o financió la estadía del presidente en Ecuador, ni por qué se mantuvo en reserva su paradero. La falta de respuestas oficiales, unida a la secuencia y características de los hechos violentos, ha generado especulaciones crecientes tanto en medios de comunicación como en la opinión pública internacional.
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