
Aunque más del 90 % del tráfico móvil en el país aún transita por redes 4G, la cobertura del 5G crece de forma sostenida. Su despliegue marca un hito tecnológico con efectos económicos, sociales y productivos que comienzan a sentirse en distintas regiones.
20 de diciembre de 2023: punto de partida del 5G Ese día se llevó a cabo la subasta del espectro necesario para la operación de la red 5G, un evento clave en la historia de las telecomunicaciones colombianas. Los ganadores fueron Claro, WOM, Telecall, Tigo y Movistar, quienes adquirieron derechos de uso del espectro a cambio de más de 1,3 billones de pesos. Este compromiso financiero tiene como contrapartida la obligación de implementar infraestructura para conectar al país con la nueva generación tecnológica.
Despliegue inicial y primeros retos Desde entonces, los operadores han iniciado el despliegue de sus redes, priorizando capitales y centros urbanos. Sin embargo, el camino hacia una cobertura nacional enfrenta desafíos relevantes:
- Garantizar la conectividad en zonas rurales y apartadas
- Promover la adopción ciudadana mediante tarifas accesibles y dispositivos compatibles
- Fortalecer la alfabetización digital y la confianza en la tecnología
- Supervisar el cumplimiento de los compromisos adquiridos en la subasta
Perspectivas a mediano plazo Más allá de la velocidad de navegación, el 5G promete impulsar sectores clave como la salud, la educación, el transporte y la industria. Su desarrollo será crucial para avanzar hacia un ecosistema digital más competitivo y equitativo en el contexto global.
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