Desde abril de 2025, Nataly Ramos Arteaga, auxiliar de enfermería del CAMU de Tierraltica en Lorica, dejó de recibir su salario, lo que provocó la suspensión de sus aportes a la seguridad social. Esto la dejó sin acceso a su tratamiento oncológico y sin cobertura médica para ella ni para sus hijas.
Ramos Arteaga, diagnosticada con cáncer de mama con metástasis en el colon desde 2023, llevaba un control regular de su enfermedad y cumplía con sus incapacidades. Sin embargo, la falta de pagos interrumpió su tratamiento médico. “Yo he enviado todas mis incapacidades, pero desde abril no me pagaron ni me cotizaron salud. Estaba en tratamiento oncológico y no pude continuarlo”, relató la trabajadora, visiblemente afectada.
El caso generó preocupación entre compañeros de trabajo y la comunidad, quienes pidieron la intervención urgente de las autoridades locales, la Alcaldía de Lorica, la Secretaría de Salud Municipal y Departamental, y la Superintendencia Nacional de Salud, para garantizar el restablecimiento de sus derechos laborales y el acceso a los servicios médicos que necesita.
Ramos Arteaga, con más de una década de servicio público en salud, expresó su desesperación: “No quiero morir por falta de atención. Solo pido que me dejen seguir mi tratamiento”.
Este caso evidencia la vulnerabilidad de los trabajadores del sector salud vinculados mediante contratos temporales o prestación de servicios, quienes al enfermar quedan en riesgo de desamparo y sin garantías para continuar con tratamientos esenciales.
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