
El municipio de Ayapel amaneció sumido en el dolor tras una tragedia que ha estremecido a toda la comunidad. En la noche del martes 21 de octubre, un incendio devastador consumió dos viviendas en el sector de invasión Nuevo Oriente, provocando la muerte de una bebé de tan solo seis meses.
Las llamas se propagaron con rapidez, y los vecinos, en medio del pánico, intentaron sofocar el fuego con baldes de agua y rescatar a la menor. Aunque lograron sacarla con vida, la pequeña falleció horas después en el hospital San Jorge debido a la gravedad de las quemaduras.
Las autoridades investigan las causas del siniestro, y las primeras versiones apuntan a un posible corto circuito. Sin embargo, lo que más ha generado indignación entre los habitantes es la ausencia del Cuerpo de Bomberos Voluntarios de Ayapel, quienes no acudieron al llamado de emergencia.
Según se conoció, los bomberos habrían argumentado no tener contrato vigente con la Alcaldía, lo que ha desatado una ola de cuestionamientos:
Días antes, el mismo cuerpo de bomberos había emitido un comunicado informando sobre la ausencia de convenio con el municipio. Hoy, la comunidad exige una explicación clara sobre si asistieron o no al incendio que cobró la vida de una inocente.
Vale recordar que, aunque los bomberos voluntarios operen como asociaciones sin ánimo de lucro, su labor constituye un servicio público esencial. Su misión debe estar siempre al servicio de la vida y la seguridad de los ciudadanos.
Mientras tanto, Ayapel llora la pérdida de una bebé y clama por compromisos reales que garanticen que una tragedia como esta no vuelva a repetirse.
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