
Un presunto acto de corrupción tiene en aprietos a dos patrulleros de la Policía Nacional en Itagüí. La Fiscalía General de la Nación presentó ante un juez las pruebas que vinculan a los uniformados Jhon Edison Ramírez Cardona y Diego Alejandro Sánchez Giraldo en un posible caso de concusión.
Las pesquisas señalan que el 4 de febrero de 2024, en el barrio Santa María, los policías habrían pedido dos millones de pesos a un conductor para evitar la inmovilización de su vehículo, supuestamente implicado en un hurto.
El dinero, según la investigación, fue consignado por un familiar del afectado a la cuenta del padrastro de uno de los patrulleros, quien luego lo transfirió y fue retirado de un cajero del municipio.
Ambos fueron capturados por la Sijín y aunque la Fiscalía los imputó, no aceptaron los cargos. El proceso continúa bajo medida de aseguramiento domiciliaria mientras se define su responsabilidad.
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