¡Duro golpe para Edgardito! Por incumplimiento de Espitia y su socio, los Crissién se fueron con Fabio Amín.

Hace menos de 15 días, la unión política que fue mostrada como un bombazo en una foto donde aparecen el hoy candidato al Senado por Cambio Radical, Edgardo Espitia, y los hermanos Crissién, herederos de la casa del fallecido congresista Tito Crissién Samper, se convirtió en la peor pesadilla para la campaña apadrinada por el alcalde de Montería, Hugo Kerguelén, y su socio concuñado “Edgardito”.

Todo indica que un posible incumplimiento económico por parte de Espitia y su socio habría causado molestia en la casa política de los Crissién, en Barranquilla, quienes manejan aún un gran potencial electoral en todo el departamento del Atlántico y otras poblaciones fuera de él.

Los Crissién tienen aspirante a la Cámara para las próximas elecciones de marzo; por ello son muy apetecidos por listas al Senado a nivel nacional, pero ante el incumplimiento de Espitia y su socio, aquella foto con Edgardo se rompió.

Ante los incumplimientos, todo se rompió y el senador Fabio Amín Saleme, liberal pura sangre, logró un acercamiento a los Crissién, quienes en el pasado también habían sido liberales pura sangre. Llegaron a un acuerdo y entonces no posaron para una foto con Fabio, sino más allá: en sus manos, junto con el senador loriquero, mostraron un retrato de su fallecido padre, donde expresaba el senador la nueva alianza, y ellos en el video lo corroboraron, poniendo fin a lo que Edgardo Espitia y su campaña habían mostrado con orgullo como un bombazo político.

Vale destacar que Edgardo Espitia fue quien empezó a metérseles a la casa a Fabio Amín. La batalla electorera arrancó en Cartagena, conquistando una adhesión que le dolió en el corazón al senador liberal.

Es decir, se le llevaron el grueso político que él tenía en Bolívar y que lo representa el grupo de los Mendoza Saleme, acuerdo del que se dice fue una pegada con baba.

Ante la arremetida de Espitia contra los cimientos políticos de Amín, este reaccionó y se llevó a los Crissién en un espabilar en Barranquilla, dejando al socio del alcalde viendo un chispero.