
La tristeza por la partida de Numancia Berrío fue tan profunda que su hijo, el suboficial de la Armada de Colombia, Jhonny Díaz Berrío, no logró resistirla. Cuatro días después del fallecimiento de su madre, un infarto fulminante apagó su vida, dejando una profunda huella en sus familiares, compañeros y amigos.
Quienes lo conocían coinciden en que el dolor emocional que enfrentó fue abrumador. “Su corazón no resistió la ausencia de su madre”, expresaron allegados con tristeza. Su partida deja un vacío enorme en quienes lo amaron, y el recuerdo de una conexión irrompible entre madre e hijo.
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