Montería en alerta roja. La educación pública destinada para los niños de bajos recursos podría quedar en manos de Jehová Edifica, una iglesia con un historial cargado de denuncias por corrupción, malos manejos, docentes impagos y escándalos en la educación del sur de Córdoba y en país. Esto NO es un rumor, es un riesgo real que amenaza directamente el futuro de miles de niños y jóvenes.
Hablamos de una organización señalada por administrar contratos educativos millonarios mientras los profesores protestaban por salarios atrasados, las clases se paralizaban y las comunidades quedaban abandonadas. A esto se suman denuncias por estudiantes fantasmas, contratos inflados y opacidad total en el manejo de recursos públicos. ¿Cuáles fueron entonces los criterios para elegir a este operador? La respuesta es incómoda pero evidente: por méritos no hay por dónde mirar, solo aparece un largo prontuario de cuestionamientos que jamás ha sido aclarado, más bien es una jugada política calculada en plenas campañas.
Durante años, Jehová Edifica operó la educación contratada en zonas donde hoy quedan escuelas deterioradas, docentes endeudados y estudiantes rezagados. El patrón se repite: fe por fuera, pero negocio por dentro, con la educación convertida en botín y los niños reducidos a números en una planilla.
Señor alcalde Hugo Kerguelen ¿va a permitir que se le entreguen los Mega Colegios a Jehová Edifica para que se repita la misma historia de corrupción que ya golpeó al departamento? De quedarse con ellos, Montería también sería usada como caja menor para alimentar intereses políticos y futuras campañas mientras se juega con el derecho fundamental a la educación.
Esto no es ideología ni religión. Es dinero público, corrupción y el futuro de nuestros cientos de niños y jóvenes de Montería. La educación no tiene por qué ser saqueada, y muy distante de su nombre, Jehová Edifica es el fantasma de la corrupción que quiere entrar a las aulas de los megacolegios de Montería.
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