
En una decisión histórica que pone fin a décadas de debate teológico, el Vaticano ha declarado que la Virgen María no puede ser considerada “corredentora” ni “mediadora universal”, reafirmando que Cristo es el único redentor de la humanidad.
La aclaración fue presentada por el cardenal Víctor Manuel Fernández, prefecto del Dicasterio para la Doctrina de la Fe, durante la presentación del documento oficial Mater Populi Fidelis, aprobado por el papa Francisco. El texto, de carácter doctrinal, busca delimitar los títulos atribuidos a María y reforzar la centralidad de Jesús en la fe cristiana.
Con esta declaración, el Vaticano descarta la posibilidad de proclamar un nuevo dogma sobre la corredención mariana, una propuesta impulsada por sectores devotos y teólogos que defendían una participación más activa de la Virgen en la obra redentora.
El documento reafirma que María tuvo un papel único e irrepetible en la historia de la salvación como madre de Dios y cooperadora junto a su Hijo, pero siempre en un plano subordinado.
Con Mater Populi Fidelis, el Vaticano busca ofrecer claridad y equilibrio doctrinal: proteger la devoción mariana sin desplazar el papel central de Cristo como único mediador y salvador.
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