La familia Peralta lloró y sepultó al muerto equivocado.
Tremendo lío el que se desató en Carrillo, cuando la familia de Edwin Evaristo Peralta Hernández creyó haberle hecho el funeral y la última despedida, pero no fue así. Pensaban que les habían entregado el cadáver de su ser querido, hallado asesinado en la vereda La Majagua, corregimiento de Carrillo.
Luego de ser llevado a Medicina Legal, por error esta entidad entregó los restos mortales de un ahogado que habían embalsamado herméticamente y depositado en un ataúd con la recomendación de no abrirlo por su avanzado estado de descomposición.
Al percatarse del error, los técnicos judiciales trasladaron el cuerpo verdadero de Edwin Evaristo —víctima de impactos de bala— al cementerio de Carrillo en busca de sus familiares, quienes ya habían sepultado al cadáver en descomposición previamente entregado.
El sepelio fue a las 9:00 de la mañana del viernes 25 de julio. Horas más tarde, los funcionarios de Medicina Legal llegaron con el cuerpo correcto de Peralta.
Lo más indignante es que, para rectificar, debieron desenterrar el cuerpo equivocado y devolverlo a Medicina Legal, mientras el cadáver de Edwin Evaristo quedó abandonado en el camposanto dentro de una bolsa. El ataúd del otro fallecido también quedó tirado en los pastizales del cementerio de Carrillo.
Este lamentable episodio generó indignación entre los familiares y habitantes de este corregimiento de San Pelayo, mientras los servidores del Estado se retiraron como si nada hubiese pasado.
Por este hecho podrían rodar cabezas en Medicina Legal, pues la familia considera lo sucedido una grave irresponsabilidad, marcada por la falta de rigor y profesionalismo.
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