El proyecto FLOW Centro de Felicidad obtuvo recientemente el primer lugar en la categoría Proyecto Arquitectónico durante los II Salones Regionales de Arquitectura y Urbanismo 2025, un reconocimiento otorgado por la Sociedad Colombiana de Arquitectos y el Consejo Profesional Nacional de Arquitectura y sus Profesiones Auxiliares. La distinción resalta la capacidad del proyecto para integrar criterios contemporáneos de diseño, bienestar y sostenibilidad en un espacio concebido para la transformación personal.
FLOW se caracteriza por una cúpula geodésica cuya geometría repetitiva configura una identidad simbólica orientada al bienestar emocional y espiritual. Su concepción reúne elementos de tecnología, diseño digital y estrategias de iluminación natural, generando un ambiente armónico que invita a la calma, la introspección y el equilibrio sensorial.
El Centro hace parte del programa Ciencia para la Paz, iniciativa impulsada por la Rectora General de la Universidad del Sinú, Dra. María Fátima Bechara, orientada a promover escenarios innovadores con impacto social. Esta articulación entre visión institucional y desarrollo arquitectónico ha permitido que FLOW se consolide como un referente de bienestar a nivel nacional e internacional.
La dirección del proyecto estuvo a cargo de la Vicerrectora de Innovación y Desarrollo (e), Dra. Andrea Ortega Bechara, quien lideró el proceso conceptual y estratégico que dio forma al Centro. El diseño arquitectónico fue desarrollado por el equipo institucional conformado por los arquitectos Francisco Martínez, José David Hernández, Mauricio García, Eder García y Honyel Ariza Mahuad, este último Jefe de Infraestructura.
Su trabajo colectivo permitió materializar un espacio reconocido por su coherencia estética y su aporte a la arquitectura contemporánea.
Asimismo, se destaca el aporte del arquitecto Junior Carrillo, responsable del diseño interior, cuyo trabajo enriqueció la experiencia espacial y reforzó el carácter sensorial del proyecto.
FLOW Centro de Felicidad se posiciona, así como un caso relevante de integración entre arquitectura, bienestar y transformación social, consolidando un modelo que continúa despertando interés en escenarios académicos y profesionales del país.
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