El presidente Nayib Bukele ha reafirmado su postura conservadora al ordenar la eliminación de todo contenido relacionado con la diversidad sexual y la llamada “ideología de género” en el sistema educativo salvadoreño. Esta decisión, respaldada por el Ministerio de Educación, ha sido presentada como una medida para proteger los valores tradicionales y familiares del país.
Durante su participación en la Conferencia de Acción Política Conservadora en Estados Unidos, Bukele declaró que enseñar sobre diversidad sexual es “contrario a la naturaleza, a Dios y a la familia”. Estas declaraciones han sido interpretadas por sectores críticos como un retroceso en materia de derechos humanos, especialmente para la comunidad LGBTIQ+.
Organizaciones como Caribe Afirmativo y Cristosal han expresado su preocupación por lo que consideran una política de exclusión y discriminación. Además, se han documentado despidos masivos en dependencias culturales por promover contenidos considerados “incompatibles” con la visión del gobierno.
Aunque no se ha prohibido la homosexualidad como orientación sexual, las medidas adoptadas por el gobierno han generado un ambiente hostil para la comunidad diversa, especialmente en los sectores de educación, salud y cultura.
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