
En la Asociación de Educadores del Atlántico (ADEA) encendieron las alarmas tras confirmarse que un padre de familia ingresó armado a la Institución Educativa Distrital Jesús Maestro, en Barranquilla, y amenazó con un arma de fuego a varios docentes luego de enterarse de que su hijo no había superado el año escolar. 
Según el gremio, este hecho constituye “una grave vulneración de los derechos fundamentales a la vida, la integridad física y psicológica”, y pone en riesgo no solo a los maestros, sino también a estudiantes y al normal desarrollo de los procesos de enseñanza. 
La ADEA exigió “medidas inmediatas” por parte de las autoridades competentes —como la Policía Nacional de Colombia, la Fiscalía General de la Nación y la Secretaría de Educación Distrital de Barranquilla, para garantizar la protección del personal docente y estudiantil, y evitar que la escuela deje de ser un espacio seguro y de paz. 
Ante esta situación, la comunidad educativa advierte sobre un fenómeno preocupante: la violencia e intimidación como respuesta a decisiones académicas, lo que amenaza la tranquilidad y estabilidad del entorno escolar.
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