En su audiencia general de los miércoles, el papa León XIV exhortó a los fieles a no tener miedo de acoger y defender a cada niño concebido, al tiempo que defendió la “maravillosa aventura de la maternidad y la paternidad” frente a lo que calificó como una “enfermedad generalizada” de falta de fe en la vida.
Durante su intervención en la Plaza de San Pedro, el pontífice advirtió que la vida corre el riesgo de ser percibida no como un regalo, sino como una incógnita o incluso una amenaza: “Es como si nos hubiéramos resignado a una fatalidad negativa, de renuncia”, señaló. Por ello, instó a los creyentes a cambiar de rumbo y recuperar la valentía para vivir y generar vida.
El papa subrayó que Dios es quien da la vida y que confiar en Él permite promover la humanidad en todas sus expresiones, incluso en contextos donde las familias enfrentan dificultades para sostener sus planes y sueños diarios.
Al dirigirse específicamente a los fieles polacos, León XIV los animó a que sus familias nunca carezcan de coraje al tomar decisiones sobre maternidad y paternidad: “No tengan miedo de acoger y defender a cada hijo concebido; proclamen y sirvan al Evangelio de la vida”, concluyó.
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