En medio de una creciente tensión política, el presidente Gustavo Petro respondió con firmeza a las declaraciones de su excanciller Álvaro Leyva, quien, en entrevista con un medio nacional, expresó que “el país está desbaratado” y sugirió que una salida del mandatario era “una necesidad nacional”.
Estas palabras desataron una ola de reacciones, especialmente luego de que Leyva fuera señalado de estar implicado en supuestos planes para desestabilizar el gobierno.
Petro no tardó en pronunciarse y, a través de sus redes sociales, aseguró que no es el pueblo quien busca su salida, sino quienes históricamente se han opuesto a los cambios sociales.
“No es una necesidad nacional el derrocarme, ya lo hubiera hecho el pueblo que quiere es reelegirme”, escribió el mandatario, dejando claro que, según él, su respaldo popular se mantiene firme.
Además, calificó como “culpable” a quien, según sus palabras, habría intentado derrocarlo e incluso deseado su muerte.
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