
En las primeras horas del lunes 11 de agosto, el barrio Nariño, al sur de Montería, fue escenario de un nuevo episodio de inseguridad. Una mujer y su sobrino, quienes se dirigían a iniciar su jornada laboral en motocicleta, fueron interceptados por dos motos negras tipo Boxer, cada una con dos hombres armados con objetos punzantes.
El reloj marcaba las 2:30 a. m. cuando los delincuentes los rodearon y, sin mediar palabra, atacaron al joven conductor, propinándole un golpe en la cabeza y una herida en el hombro con lo que parecía ser un destornillador. En cuestión de segundos, les arrebataron cadenas, anillos, aretes, un celular y las llaves de la moto, impidiendo cualquier intento de persecución.
Aunque intentaron abrir el baúl del vehículo, al no hallar objetos de valor, abandonaron el lugar. Las cámaras de seguridad captaron el momento del asalto, y las grabaciones ya están en manos de las autoridades, quienes trabajan en la identificación de los responsables.
A pesar del miedo y las heridas, la mujer expresó un mensaje de perdón hacia sus agresores, agradeciendo que el ataque no haya tenido consecuencias fatales. Su testimonio, cargado de valentía, refleja la resiliencia de quienes enfrentan la violencia sin perder la esperanza.
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