
En la noche del lunes, un grupo de hombres armados entró a un establecimiento comercial y disparó sin control contra quienes se encontraban en el lugar.
En el ataque murieron Paula Andrea Ríos, Yoselyn Mosquera, Gustavo Conda y Omar Guachetá, cuatro personas que, según testigos, nada tenían que ver con los enfrentamientos entre grupos ilegales que azotan la región.
Varios heridos fueron trasladados a centros asistenciales mientras el pueblo entero permanece en shock. Las autoridades llegaron a la zona y anunciaron una investigación para dar con los responsables.
La comunidad denuncia que los hechos violentos se han vuelto recurrentes en el norte del Cauca, donde la guerra entre estructuras armadas tiene a los habitantes viviendo entre el miedo y la incertidumbre.
“Ya no dormimos tranquilos. Aquí, en cualquier momento, puede pasar algo”, dijo un vecino del sector.
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