Un misionero estadounidense habría evitado su ejecución a manos de una tribu caníbal en Liberia luego de comunicarse milagrosamente en un idioma desconocido, de acuerdo con testimonios recogidos en relatos misioneros del siglo XX.
El incidente involucra a Henry B. Garlock, quien fue enviado a una región remota del país africano para predicar el cristianismo. Durante una misión de rescate de un compañero capturado, Garlock fue rodeado por guerreros de la tribu Pahn, conocidos en ese momento por prácticas caníbales. Sin hablar el idioma local y ante una inminente ejecución, el misionero comenzó a orar en lo que él identificó como lenguas inspiradas por el Espíritu Santo.
Sorprendentemente, los miembros de la tribu habrían entendido cada palabra pronunciada. Testigos afirmaron que, durante unos veinte minutos, Garlock entregó un mensaje que conmovió profundamente a los líderes tribales, quienes, en un giro inesperado, decidieron perdonarle la vida a él y a su compañero.
“Nunca supe qué dije exactamente, pero supe que no era yo. El Espíritu Santo habló a través de mí”, declaró Garlock años después, según escritos recogidos por organizaciones misioneras.
Los efectos del encuentro no habrían terminado allí. Según diversas fuentes cristianas, con el tiempo, la tribu Pahn abandonó el canibalismo y adoptó el cristianismo, marcando lo que se describe como una transformación cultural y espiritual significativa.
Aunque no existen registros oficiales del gobierno liberiano sobre el hecho, el relato fue documentado y difundido ampliamente por misiones protestantes en África Occidental. El caso se cita habitualmente como un ejemplo de xenoglosia, fenómeno religioso en el cual una persona habla un idioma que nunca ha aprendido, por supuesta inspiración divina.
La historia de Henry B. Garlock sigue siendo usada en círculos cristianos como evidencia de intervención sobrenatural en contextos extremos.
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