
Olga Lucía Peñuela Bojacá, madre soltera de cuatro hijos, fue asesinada el 5 de diciembre de 2024 en Caicedonia, Valle del Cauca, por Diego Murillo Ramírez, un hombre que cumplía una condena por feminicidio bajo la medida de casa por cárcel. Diego había sido condenado en 2015 a 18 años y tres meses de prisión por el asesinato de su anterior pareja, Tatiana Andrea Grueso, a quien mató con 30 puñaladas frente a su hija.
Olga conoció a Diego en octubre de 2023 a través de redes sociales, sin saber inicialmente su oscuro pasado. Él le ocultó la gravedad de su condena, diciendo que estaba preso por un delito menor. Olga decidió continuar la relación y visitarlo en prisión, donde Diego le prometió que pronto obtendría el beneficio de casa por cárcel. En diciembre de 2023, fue trasladado a la casa de sus padres para cumplir el resto de su condena bajo esa medida.
La verdad salió a la luz cuando Olga vio un capítulo del programa ‘Séptimo Día’ que relataba el feminicidio cometido por Diego. Tras descubrirlo, ella decidió terminar la relación, pero él comenzó a acosarla y amenazarla. A pesar de que Olga se mudó con su madre para alejarse, Diego violó la medida de casa por cárcel y la siguió hasta Caicedonia.
El 5 de diciembre de 2024, mientras Olga estaba con su hija menor, Diego la atacó brutalmente con un arma blanca, propinándole aproximadamente 30 puñaladas, causándole la muerte. La hija menor presenció el ataque y pidió ayuda mientras el agresor huía.
Diego Murillo fue capturado el 3 de marzo de 2025 y enfrenta cargos por este feminicidio, aunque se declaró inocente. Actualmente está recluido en una estación de policía en Calarcá, Quindío, mientras avanza el proceso judicial.
Este caso ha generado conmoción y cuestionamientos sobre la efectividad del sistema judicial y penitenciario colombiano, especialmente en la aplicación de medidas como la casa por cárcel para personas condenadas por delitos graves como el feminicidio.
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