Érika Duarte Joya, de 23 años, fue asesinada en la noche del sábado 2 de agosto en su vivienda, ubicada en la vereda Saucará del municipio de Carcasí, Santander.
Dos hombres armados llegaron en moto y encapuchados, entraron a la casa sin decir nada y le dispararon frente a su hija de dos años y a su mamá. En ese momento también estaban un hermano y un sobrino. Su esposo no estaba en la casa.
Las autoridades investigan si el crimen tiene relación con amenazas que Érika habría recibido en medio de una disputa que, presuntamente, tenía con sus hermanastros por una herencia que incluye la casa donde fue asesinada.
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