
Una escena de dolor profundo sacude al sector El Rompoy, en el barrio 24 de Mayo. Una niña llora desconsoladamente tras la pérdida de su perrita Sacha, víctima de un presunto envenenamiento que ha generado indignación entre vecinos y defensores de los animales.
Sacha fue más que una mascota: fue parte de la familia, una compañera fiel durante años. Su vida fue arrebatada de forma cruel, y hoy su dueña enfrenta el vacío que deja esta pérdida, marcada por el sufrimiento y la impotencia.
Según denuncias de residentes del sector, el envenenamiento habría sido provocado por vecinos, lo que pone en evidencia una grave falta de conciencia y respeto por la vida animal. Este hecho no puede quedar en silencio.
⚠️ Se hace un llamado urgente a las autoridades competentes para que investiguen lo sucedido y se tomen medidas que garanticen la protección de los animales en nuestras comunidades. La violencia contra seres indefensos no puede normalizarse ni quedar impune.
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