“Nos están vendiendo el veneno como medicina”, la puya de De La Espriella a Cepeda

El ambiente político volvió a encenderse y, como ya es costumbre, el abogado Abelardo De la Espriella prendió la chispa. Esta vez el destinatario fue el senador Iván Cepeda, a quien le lanzó una de las críticas más feroces que se han leído en este cierre de año.

ADL no se anduvo con rodeos: “Contemporizar con Iván Cepeda, el cómplice de la impunidad, el defensor de todas las formas de lucha, es parte de la desgracia que nos hizo perder el rumbo como nación”, escribió, detonando un nuevo terremoto en el debate público colombiano.

Según De la Espriella, Colombia lleva décadas intoxicada por un fenómeno que se volvió “costumbre”: normalizar la ilegalidad. A su juicio, el país se tragó discursos que contradicen la evidencia, toleró doctrinas que justifican la violencia y permitió que minorías extremistas terminaran imponiéndose sobre las mayorías silenciosas.

En su arremetida, aseguró que ese camino directo al desastre es el que ha permitido que “los mayores criminales de la historia moderna” ocupen curules en el Congreso y que un “exguerrillero impune, con las manos manchadas de sangre”, haya llegado a la Casa de Nariño.

Pero lo que más sacudió fue la comparación histórica: ADL afirmó que estos fenómenos no son nuevos y que recuerdan la forma en que Hitler y Mussolini ascendieron, mientras los supuestos “sensatos” preferían no meterse en problemas.
“La historia es clarísima: cuando una sociedad normaliza lo indebido, termina en la debacle”, sentenció.

Frente a este panorama, De la Espriella se lanzó de lleno con lo que considera su apuesta política: una “contrarrevolución cultural sin anestesia”, un viraje total que —según él— devolvería valores, orden y sentido común a un país que describe como “al borde del infierno”.

El abogado también criticó la idea de que defender lo obvio se haya convertido en motivo de culpa, señalando que la corrección política y los relatos artificiosos se usan como “granadas narrativas” en una guerra que, afirma, comenzó hace décadas.

Y, fiel a su estilo frontal, remató con un reto directo y con nombre propio:
“Te quiero ver en los debates, Cepeda. ¡Firmes por la Patria!”

Se el primero en dejar un comentario

Déjanos tu opinión

Su dirección de correo electrónico no será publicada.


*