
Familias de las víctimas de la masacre ocurrida el 10 de septiembre de 2024 en Carolina Chimá expresaron su frustración tras conocer que la audiencia preparatoria de juicio, inicialmente programada para el 3 de octubre, fue aplazada nuevamente para el 10 del mismo mes a la misma hora.
En aquel hecho, Esteban Rafael Urueta González y sus trabajadores Fredys Manuel Beleño Acosta y Gerardo de los Santos Marzola Coronado fueron asesinados y enterrados en una fosa común. Los señalados responsables son Juan Fernando Soto Garcés y Cristian Mauricio Petro Almanza, quienes enfrentan cargos por homicidio agravado, hurto agravado, fabricación, tráfico, porte o tenencia de armas de fuego y ocultamiento, alteración o destrucción de elementos materiales probatorios.
El aplazamiento se debe a que el abogado de los imputados, Lesmer Leonel Quintero Argel, tiene otra audiencia el mismo día con el Juzgado Promiscuo del Circuito de Planeta Rica. Este es el segundo retraso del proceso: el pasado 4 de julio la audiencia también fue suspendida luego de que el defensor recusara al juez Joaquín Guillermo Jaramillo Rojas, argumentando que no era la persona idónea para conocer el caso, situación que aún espera resolución del Tribunal Superior de Montería.
“¿Qué están buscando con tanto aplazamiento? ¿Por qué siguen con la burla?”, cuestionaron los familiares, quienes denunciaron sentirse vulnerados y que su dolor se prolonga con cada retraso. Aseguraron que el abogado de los imputados busca excusas para dilatar el proceso y que un año después de la masacre, la justicia aún no avanza.
A pesar de la frustración, los familiares mantienen la esperanza de que los responsables sean condenados ejemplarmente y que se haga justicia por el asesinato de Esteban Rafael Urueta y sus trabajadores.
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