Padre de familia cavó nueve días hasta encontrar el cuerpo de su hijo, el pequeño Emanuel de 4 años, tras deslizamiento en Bello, Antioquia

La madrugada del deslizamiento ocurrido en la vereda Granizal, en el municipio de Bello, Antioquia, cambió para siempre la vida de Emanuel, un hombre que hoy representa el dolor de cientos de familias afectadas por esta tragedia.

La montaña colapsó y sepultó su vivienda, llevándose consigo a su esposa, Carolina Ciro, y a sus dos hijos: Maximiliano, de un año, y Emanuel Osorio Ciro, de cuatro años. Emanuel fue el único sobreviviente.

Desde el primer momento, este padre comenzó una búsqueda desesperada. Sin apoyo institucional, sin maquinaria ni cuadrillas de rescate constantes, cavó con sus propias manos y una pala durante nueve días seguidos.

Su único objetivo era encontrar a Emanuel, su pequeño hijo, y no iba a detenerse hasta lograrlo.

Bajo el sol, bajo la lluvia, soportando el dolor físico y emocional, Emanuel escarbó entre piedras, lodo y ramas. Las heridas en sus manos no fueron motivo para detenerse, y la fatiga nunca pudo más que la promesa que se había hecho: no dejar a su hijo bajo tierra.

La historia conmovió al país cuando, al noveno día, logró lo que parecía imposible: encontró el cuerpo de su hijo Emanuel, lo sacó con sus propias manos y le dio el último abrazo que había estado buscando durante más de una semana de lucha inhumana.

En medio del barro, abrazó a su niño con la misma ternura con la que lo había cargado en vida. Fue un momento desgarrador, pero también el cumplimiento de un acto de amor que la tragedia no logró impedir.

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