La discusión para definir el salario mínimo en Colombia comenzó con un panorama tensionado. La mesa de concertación volvió a sentar a trabajadores, empresarios y gobierno, pero desde el inicio quedó claro que las posiciones están más separadas que en años anteriores, especialmente en esta última negociación del presidente Gustavo Petro.
Los trabajadores plantean que el incremento no puede ser inferior al 10 %, argumentando que es necesario recuperar el poder adquisitivo perdido ante el alza en alimentos, servicios y transporte. Esto equivaldría a un aumento cercano a los $143.000. Del otro lado, los empresarios advierten que un ajuste superior al 7 % afectaría el empleo y la actividad económica, proponiendo un aumento que ronde los $99.000.
La diferencia de más de $50.000 entre propuestas refleja un desacuerdo que también tiene impacto en los costos laborales adicionales —como cesantías, primas y vacaciones— que deben asumir los empleadores. A esto se suma la discusión sobre el auxilio de transporte, que actualmente es de $200.000 y también deberá ajustarse para el próximo año.
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