Sandra Heredia, la jueza que tiene en sus manos el caso del ex Presidente Uribe

Una jueza tolimense tiene en sus manos la decisión judicial más esperada de Colombia

Este lunes 28 de julio, Colombia vivirá un momento inédito en su historia judicial. La jueza 44 penal del Circuito con Función de Conocimiento de Bogotá, Sandra Liliana Heredia Aranda, será la encargada de definir si el expresidente Álvaro Uribe Vélez es condenado o absuelto por los delitos de soborno, fraude procesal y soborno en actuación penal, en un caso que ha marcado al país durante más de 14 años.

Una historia de superación forjada en el Tolima

Nacida en Alpujarra (Tolima), Heredia creció en medio de dificultades económicas. Su formación comenzó en la Escuela Urbana de Niñas y el Colegio Felisa Suárez de Ortiz, pero tuvo que trasladarse a Flandes en su adolescencia, donde una de sus hermanas la acercó al mundo judicial.

Durante más de una década, la hoy jueza alternó estudios y trabajo para poder costear su carrera. Inició su formación en el SENA de Girardot y en 1994 tuvo su primer contacto con la Rama Judicial, reemplazando a su hermana durante vacaciones como notificadora. Esa corta experiencia bastó para sembrar en ella el compromiso con la justicia.

Estudió Derecho en la Universidad Cooperativa de Colombia, sede El Espinal, mientras trabajaba en juzgados de Melgar. Se graduó en 2006 y, en 2009, inició formalmente su carrera judicial en Bogotá. Desde entonces, escaló sin atajos: fue juez en Ibagué, oficial mayor en el Tribunal Superior de esa ciudad y finalmente, desde 2018, asumió como jueza 44 penal del Circuito de Bogotá.

El juicio contra Uribe, el mayor reto de su carrera

En abril de 2024, el reparto judicial le asignó el caso más complejo y mediático de su trayectoria: el juicio contra el expresidente Uribe, acusado de manipulación de testigos y fraude procesal. Durante meses, Heredia enfrentó recusaciones, tutelas y maniobras dilatorias que buscaban frenar el proceso o llevarlo a la prescripción en octubre de 2025. Sin embargo, se mantuvo firme, rechazó solicitudes infundadas y recibió respaldo del Tribunal Superior de Bogotá.

En apenas cinco meses, la jueza avanzó con celeridad en la etapa de juicio oral: se escucharon testigos, se evaluaron pruebas y se expusieron alegatos de conclusión. Todo quedó listo para el fallo de primera instancia.

Ahora, el país entero espera la decisión de una jueza que construyó su carrera a pulso, y que deberá dictar sentencia en el caso judicial más simbólico de las últimas décadas.

Este 28 de julio, Sandra Heredia Aranda no solo escribirá una nueva página en la justicia colombiana. También dejará su huella como la mujer que, desde un pequeño municipio del Tolima, llegó a decidir el destino judicial de un expresidente.

Se el primero en dejar un comentario

Déjanos tu opinión

Su dirección de correo electrónico no será publicada.


*