Consternación y dolor se viven en el corregimiento de Mingueo, zona rural de Dibulla (La Guajira), tras el asesinato de Shelsy Navarro, una niña de tres años cuya desaparición y muerte han estremecido a toda la comunidad. Su madre, Liliana Ojeda Domínguez, habló por primera vez sobre lo ocurrido y pidió con urgencia que el responsable sea capturado.
Según su relato, la tragedia comenzó en cuestión de minutos. La menor desapareció mientras la familia compartía en su vivienda.
“Estábamos jugando y, de repente, ella salió mientras el papá y yo estábamos allí. Cuando pregunté por la niña, ya no estaba. Comenzamos a buscarla junto con el papá, pero no aparecía. Ahí comenzó todo”, narró la mujer, visiblemente afectada.
Ante la emergencia, un vecino se sumó a la búsqueda y revisaron una casa cercana perteneciente a familiares. Allí, de acuerdo con la madre, encontraron indicios que apuntarían a la persona presuntamente involucrada en el crimen. El señalado huyó del lugar y continúa sin ser ubicado por las autoridades.
Entre lágrimas, Ojeda Domínguez pidió apoyo para que el responsable responda ante la justicia.
“Pedimos que nos ayuden a dar con su paradero. Necesitamos que esto no quede impune. Es una menor de tan solo 3 años”, expresó.
En medio del dolor, la madre recordó que la pequeña estaba a punto de vivir un momento especial en su vida escolar.
“Mañana se me graduaba de preescolar; estaba en la guardería”, lamentó, resaltando la inocencia de Shelsy y los sueños truncados por la violencia.
Las autoridades locales mantienen la búsqueda del presunto agresor, mientras la comunidad de Mingueo exige esclarecimiento y justicia por la muerte de la niña.Consternación y dolor se viven en el corregimiento de Mingueo, zona rural de Dibulla (La Guajira), tras el asesinato de Shelsy Navarro, una niña de tres años cuya desaparición y muerte han estremecido a toda la comunidad. Su madre, Liliana Ojeda Domínguez, habló por primera vez sobre lo ocurrido y pidió con urgencia que el responsable sea capturado.
Según su relato, la tragedia comenzó en cuestión de minutos. La menor desapareció mientras la familia compartía en su vivienda.
“Estábamos jugando y, de repente, ella salió mientras el papá y yo estábamos allí. Cuando pregunté por la niña, ya no estaba. Comenzamos a buscarla junto con el papá, pero no aparecía. Ahí comenzó todo”, narró la mujer, visiblemente afectada.
Ante la emergencia, un vecino se sumó a la búsqueda y revisaron una casa cercana perteneciente a familiares. Allí, de acuerdo con la madre, encontraron indicios que apuntarían a la persona presuntamente involucrada en el crimen. El señalado huyó del lugar y continúa sin ser ubicado por las autoridades.
Entre lágrimas, Ojeda Domínguez pidió apoyo para que el responsable responda ante la justicia.
“Pedimos que nos ayuden a dar con su paradero. Necesitamos que esto no quede impune. Es una menor de tan solo 3 años”, expresó.
En medio del dolor, la madre recordó que la pequeña estaba a punto de vivir un momento especial en su vida escolar.
“Mañana se me graduaba de preescolar; estaba en la guardería”, lamentó, resaltando la inocencia de Shelsy y los sueños truncados por la violencia.
Las autoridades locales mantienen la búsqueda del presunto agresor, mientras la comunidad de Mingueo exige esclarecimiento y justicia por la muerte de la niña.
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