
El hecho ocurrió en el corregimiento San Luis, donde pobladores denunciaron comportamientos sospechosos y terminaron incinerando el vehículo.
La tensión se apoderó del corregimiento San Luis, zona rural de Neiva, la tarde del martes 23 de septiembre, cuando habitantes enfurecidos rodearon una camioneta de la Unidad Nacional de Protección (UNP) que era ocupada por un firmante de paz proveniente del Caquetá y dos de sus escoltas.
Según versiones de la comunidad, los ocupantes fueron sorprendidos en actitudes irregulares y al ser increpados buscaron refugio en la estación de Policía del sector. Minutos después, el malestar creció y varios pobladores decidieron prenderle fuego al vehículo oficial.
El alcalde Germán Casagua aclaró que los escoltas tenían permiso para movilizarse hasta Ibagué, pero no hacia esa zona rural de Neiva. También advirtió que la camioneta presentaba irregularidades en las placas, lo que aumentó la desconfianza de la comunidad.
La Policía, con apoyo del Grupo GOES y el Ejército, evacuó en helicóptero a los seis ocupantes, evitando que la confrontación escalara.
El caso quedó en manos de la Fiscalía, que investigará tanto la quema de la camioneta como las denuncias contra el firmante de paz y los funcionarios de la UNP.
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