El diputado y excandidato a la Gobernación, Gabriel Calle, agitó el panorama político del departamento al afirmar que el progresismo podría salir bien librado si se concreta la lista cerrada que el Partido de la U planea presentar para la Cámara de Representantes.
A través de un trino en sus redes sociales, Calle dejó entrever que esta estrategia electoral beneficiaría directamente al Pacto Histórico, al consolidar el liderazgo del dirigente Luis Fernando Ballesteros, figura clave dentro del movimiento alternativo en Córdoba.
Más allá del anuncio, el pronunciamiento de Calle revela una lectura política más profunda: un posible reacomodo de fuerzas que podría modificar el equilibrio entre los sectores tradicionales y emergentes del departamento. Lo que parecía una especulación se ha convertido en tema de conversación entre dirigentes, militantes y analistas, quienes ven en esta jugada una oportunidad para garantizar representación progresista y abrir la puerta a alianzas estratégicas.
En este nuevo escenario también emergen nombres como Claudia Jiménez, reconocida por su trabajo territorial, y Miguel Martín, con fuerte presencia en subregiones y un discurso de renovación política. Ambos representan el relevo generacional que podría reforzar la presencia del Pacto Histórico en el Congreso.
“El progresismo no solo está creciendo, está aprendiendo a jugar en bloque”, expresó Calle, marcando el pulso de una etapa donde los movimientos alternativos buscan mayor protagonismo y donde los modelos tradicionales podrían verse obligados a adaptarse a un nuevo lenguaje político, más conectado con las demandas ciudadanas.
Si la lista cerrada del Partido de la U se concreta, Córdoba podría presenciar una reconfiguración inédita del mapa político, en la que el progresismo deje de ser minoría para convertirse en actor decisivo.
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