Brayan Campo “Escuchaba voces del más allá”

En una escalofriante entrevista desde la cárcel de máxima seguridad La Tramacúa, Brayan Campo Pillimue , condenado a 58 años de prisión por el feminicidio de la niña Sofía Delgado, habló por primera vez públicamente sobre el crimen que conmocionó al país.

La confesión fue hecha en el pódcast «Conducta Delictiva», conducido por los periodistas Kevin Pinzón y Michell Rodríguez, quienes lograron obtener un testimonio inédito del asesino. Durante el episodio, Campo relató con frialdad los hechos ocurridos el 29 de septiembre de 2024, cuando Sofía fue atacada tras ingresar a su tienda para comprar un producto para su mascota.

“Escuchaba voces” y un pasado perturbador

En su testimonio, Campo aseguró haber escuchado una “voz interna” que lo impulsó a cometer el crimen . Alegó que desde días antes se sentía perturbado, con desaliento, y relacionó sus impulsos violentos con una supuesta “brujería” hecha por una expareja. También confesó que en su infancia fue víctima de abuso y que su madre padecía problemas mentales, lo cual, según él, influyó en su carácter frío y reservado.

“Yo me imaginaba matando a una mujer. Era como una voz que me hablaba… cuando ella entró al local , le pegué con una cuchara en la cabeza. Cayó inconsciente. Me bloqueé, cerré el lugar y me fui”, narró.

Negó abuso sexual y pidió perdón

Brayan Campo negó haber abusado sexualmente de la menor y afirmó que su intención al declarar esto era «dar algo de tranquilidad» a la familia. “Fue solo un golpe. Ella no sufrió”, dijo, aunque sus declaraciones han generado más dolor que consuelo entre quienes claman justicia.

Tras cometer el crimen, el hombre ocultó el cuerpo en un cañaduzal y regresó a casa para continuar su vida con normalidad. Incluso mencionó que intentó huir a Ecuador, pero regresó al pensar que ya no estaba bajo sospecha.

“Espero morir joven”

Durante la conversación, Campo se mostró consciente del desprecio social que genera su caso. “Espero morir joven, de muerte natural, aquí en la cárcel. No me gustaría llegar viejo en este lugar”, declaró. También insistió en que su esposa no tuvo ninguna relación con el crimen y lamentó haberla involucrado indirectamente. 

Antes de concluir la entrevista, el feminicida pidió perdón públicamente: “Estoy muy arrepentido de lo que hice, pero no por estar preso. Antes de que me capturaran fui a la iglesia, encendí un velón y escribí: ‘Perdón, Sofía’. Lloré por ella”.

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