En un ratico ‘el Diablito’ y ‘el Franklin’ creyeron que estaban haciendo cachichí o de las suyas robando a quien se le atravesara en el camino anoche, pero la avaricia y tanta maldad los llevó a caer en manos de la Policía Metropolitana.
Los robos de estos dos personajes de la delincuencia iniciaron en los alrededores del Centro Comercial El Nuestro, donde interceptaron a una mujer que caminaba para su casa después que había comprado un mercado.
El primer robo fue a las 8:00 de la noche con la mujer del mercado, luego siguieron con su racha criminal e interceptaron a un menor al que le arrebataron una bicicleta intimidándolo con un arma.
A otro menor de edad también lo despojaron de su celular y billetera; a dos más les robaron billeteras con algo de dinero y también sus celulares. En total fueron cinco las personas atracadas y todas dieron las mismas características de los rateros.
“Uno bajito que viste de camiseta roja del Club América de Cali y otro alto con la ceja partida, como reguetonero de moda. El de la camiseta roja como que lleva el diablo por dentro y por fuera porque en el escudo de la camiseta se ve el diablo con el gancho del logo del equipo. Uno de ellos me dijo cuando me apuntaba con un cuchillo, que se iba de farra con su lea en la fiesta de Amor y Amistad”, narró una de las víctimas.
La persecución
Con las características de los ladrones, desde una cámara de seguridad regulada por la Policía Metropolitana se logró seguir a los delincuentes hasta un sitio donde llegaban con lo hurtado y posteriormente las patrullas del cuadrante hicieron su trabajo y les cayeron a ‘el Diablito’ y a ‘el Franklin’. Les hallaron en su poder parte de lo hurtado, de inmediato se le leyeron los derechos del capturado y los trasladaron a la Sijín para la reseña respectiva como también mirar sus antecedentes.
Los dos presuntos delincuentes residen en la Urbanización El Recuerdo.
Posteriormente los dejaron a órdenes de la Fiscalía para ser llevados ante un juez, el que debe definir si los encarcela, los manda para la casa con domiciliaria o para la calle a seguir delinquiendo.
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